Cortes 60-Málaga




El sábado 24 de abril, se dio cita en Cortes de la Frontera (Málaga) la séptima edición de Cortes 60. ¡Pedazo de ruta dura! una pasada. Dicho evento se da cita en la plaza del pueblo, el recorrido comienza dando una vuelta por el municipio y a partir de ahí empieza el cachondeo.
En ediciones anteriores, leí comentarios que decían algo así: “ruta rompepiernas”, “lo más duro que me he echao a las piernas” y “esto es un verdadero MTB, puro y duro”.
La séptima edición también se caracterizó como la más dura hasta el momento, debido a las lluvias producidas durante el invierno, ya que algunos tramos estaban bastante deteriorados, particularmente en las trialeras (debido al arrastre del agua, estas partes del camino estaban llenas de piedras y roderas). Para que os hagáis una idea, el record de José Julián Barón Yuste, que el año pasado fue el primero, hizo un tiempo de 3:40 h en 66 kilómetros, con un desnivel acumulado de 2.500 metros. En esta edición fue Antonio Ortiz el que se alzó con el primer puesto, su tiempo fue de 4:01 h. Este año el tiempo en completar la carrera fue mayor a nivel general por las inclemencias del terreno.
Comparando los tiempos de los 66 kilómetros de Cortes con los 101 de Ronda, veremos que la primera fue más complicada, ya que los participantes de élite, como son José Julián Barón Yuste, Francisco López León o Antonio Ortiz, entre otros, en Ronda hicieron unos 3:30 h mientras que en Cortes la completaron con 4:01 h.

Esta es una prueba que estando preparado es muy recomendable, especialmente, por los parajes que hay en su recorrido, ya que estamos hablando del Parque Natural de los Alcornocales. Sendas de piedra trialeras cien por cien, sendas de hasta quince minutos de bajada metidas entre los alcornoques, paso por ríos, subidas de hasta ocho kilómetros que llegan a alcanzar, en algunos puntos un treinta por ciento de desnivel , más bajadas rápidas y espectaculares, y un verde intenso.
Yo hace ya unos 15 años que dejé la moto de enduro, y al hacer esta prueba tuve sensaciones de ir en moto en algunas bajadas, eso sí, aunque rápidas con máxima concentración.
En un principio fui acompañado de mi primo y su amigo, que venían de Málaga. Me veía fuerte y poco a poco empecé a meter marcha, y animándome yo mismo fui cogiendo ritmo y en gran parte del recorrido fui solo; Eso sí, siempre al acecho para intentar recuperar posiciones.
En el kilómetro 48, donde estaba el segundo avituayamiento, me puse morao de comida y bebida, para poder afrontar los últimos 18 kilómetros que faltaban de la prueba, que, llegados a este punto, ya por el cansancio acumulado, se hicieron muy duros (particularmente con la p... cuesta, por una vereda por la cual se entraba al pueblo. Aquí es donde me acalambré un poco, pero bueno, cosa de poco, pues ya estaba acariciando las dos latas de cerveza que me chasqué al tirón y el bocata de lomo que me esperaba a la llegada).
Al final pude completar el recorrido en el puesto 122 con un tiempo de 7:19 h . De 260 participantes llegamos 220, algunos de los 40 restantes abandonaron hasta con cuadros rotos incluidos.
Lo dicho, una prueba para tener en cuenta en el calendario.

Paco Mínguez

Los chavales de Abismo subieron por las cuerdas

El 1 de mayo se instalaron varias vías de cuerda en El Barrancazo, para que los más jóvenes del club pudiesen aprender y practicar las técnicas de desarrollo vertical junto a monitores que estuvimos constantemente al lado de ellos.
Los instaladores fueron el viernes para ir montando algunas vías y el pasamanos, durmieron allí.
Sobre las 9 de la mañana iban llegando los primeros, pero no fue hasta las 10 de la mañana cuando Carlos Heras dio las bases de cómo debían de utilizar los aparatos que les habíamos colocado sobre los arneses. A los más peques se les hizo arneses a su medida con cintas. La verdad es que alguno estaba muy gracioso, pues casi abultaba más el arnés junto con el aparataje, que ellos mismos.
Primero se practicaron los fraccionamientos casi a la altura del suelo, para ir subiendo el nivel más adelante. El pasamanos es la parte que más disfrutaron.
En el club, acostumbrados a hacer cursos de iniciación a la espeleología, pudimos comprobar que los chavales son una esponja a la hora de aprender, solo bastaban unas pocas palabras de cómo se realizan los fraccionamientos, para que a continuación se pusieran a subir y a fraccionar como si lo hubiesen hecho toda la vida. Ojala cuando impartimos cursos a los mayores aprendiesen tan rápidamente.
El miedo a las alturas lo superaron todos rápidamente en cuanto les hacías una demostración de las resistencias de los materiales que estaban utilizando, sin hacer más preguntas.
El día fue un poco lluvioso y a algunos nos toco mojarnos de lo lindo al pillarnos en las zonas más altas de las vías, pero en general nos dejó practicar casi todo el día. Sobre las cinco de la tarde empezamos a desmontar todo el tinglado, que lo realizamos en menos de una hora.
El total de participantes entre padres, monitores y chavales fue de 23.
Gracias a la soltura que han adquirido en pocas horas, este verano les llevaremos a Cantabria, concretamente a la Sala de los Fantasmas de Coventosa y para que practiquen en los pasamanos y vean una de las cuevas más bonitas en formaciones, visitaremos también a Cuevamur.
Paco Cuesta

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