El Sumidero o Sima del Campo
El Pozuelo - Cuenca (15 de enero de 2012) Allá colgado, en mitad del pozo, el silencio era eterno y la espera tensa. Para un aprendiz no es todavía una situación fácil de asimilar. No puedes llegar a creer, aunque confías en creer, que un simple tornillo de escasos centímetros y un sencillo arnés puedan contener tu peso, y menos aún tus miedos. Y es que en estas situaciones se puede llegar a oler algo parecido al miedo, el vértigo a la inmensidad y lo desconocido, esa maravillosa e inquietante sensación. Nada hacía presagiar la jornada que tenía por delante. Después de unos meses desconectado del mundanal espeleológico, me apunté a una actividad de la que tenía poca idea. De hecho, tuve dudas hasta el último momento de acudir, lo cual provocó un mal dormir y un extra de nerviosismo. Pero finalmente acudí a la cita con Abismo, y puedo asegurar que no me arrepentí. Después de un madrugón considerable, conseguimos presentarnos ante la cueva antes del mediodía. En medio de